Estando presumiendo de mi facha, mirando una mansión de gente bien
noté que en la ventana una muchacha quedó tan sólo en bragas y sostén.
Qué es eso que mis tiernos ojos ven, me dije con los ojos como gachas
el recato del ser guía el desdén, pero tiene la tía buenas cachas.
Subí con diligencia las paredes, por verla de esa guisa en cercanía
más ya comprenderán vuestras mercedes la grande fermosura de la tía
Más viome y preguntome que quería, turbeme al verle la su piel desnuda
más luego al recordar mi tunería, cantéle con mi voz más campanuda.

vile la color de la hierbaluisa, vile la blancura de las azucenas
es delicada como un parabrisas, en mi vida he visto una cosa tan buena
en el mercado lo más comestible, como una empanada jugosa y rellena
es delicada y tan apetecible que por nombre niña te pondré...
Maizena, maizena, buena buena buena,
maizena, maizena, tres veces buena.

Quedó contenta y dijo con desmadre, preciosa mi señor fermosa trova
pasád al aposento pues mi padre, seguro que si os ve os dará una soba.
Subí con diligencia a la alcoba y vime el lecho ancho y placentero
me dije esta muchacha es una loba y yo esta noche mojo el lapicero.
Más ella descubriome mi premura, cortóme cual si fuera cimitarra.
Doncella soy señor virgen y pura, así es que no me piense cosas guarras.
Cogí chambergo y capa y quedó sóla, yo fuíme y olvidéme de la dama,
más siempre que me tiro a la bartola, recuerdo esta canción desde la cama.
Estribillo.