Este es el triste cántico de aquel tuno tan ligón
que sintiéndose romántico fue a rondar bajo un balcón,
a pesar de su frenesí fue tanta su desventura
que el rondar a una gachí le acercó a la sepultura,
en noche lóbrega, galán incógnito las calles sórdidas atravesó
y bajo clásica ventana gótica templó su cítara y así cantó, (bis)
pachín pom, pom, pachín pom, pom
niña purísima, de faz angélica que en níveas sábanas roncando estás,
despierta y óyeme mi canto esdrújulo, suspiros prófugos escucharás,
pero la sílfide que oyó este cántico entre las sábanas se arrebujó
y dijo cáspitas con el murciélago, es un romántico, no le abro yo,
mas el gaznápiro cogió una pértiga y en salto olímpico se encaramó ¡aaaaaah!
pero por cáscaras de algún malévolo contra un semáforo se la pegó, (bis)
pachín pom, pom, pachín pom, pom
niña esclerótica y algo diabética que entre los sátiros (sádicos)(hábitos) incluida estás,
abre ya el pórtico porque estoy gélido y con la pértiga no salto más,
maldita cáscara que venga un médico, me duele el píloro y el esternón,
tengo las vértebras en el estómago, ventana gótica no escalo yo, (bis)
moraleja
y cuando en música la noche lábrase ante los céfiros se ha constipaaaaaaatchis!
¡oh pobre músico! coge tu cítara
y a otra prójima vete a rondar.
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