Dicen que por las noches,
no más se le iba en puro tomar,
Dicen que no dormía,
no más se le iba en puro llorar.
Juran que el mismo cielo se estremecía al oir su llanto.
Cómo sufrió por ella
que hasta en su muerte la fue llamando.
Cucurrucucú, cantaba,
cucurrucucú, reía,
cucurrucucú, lloraba,
de pasión mortal moría.
Que una paloma triste
muy de mañana, le va a cantar,
a la casita sola,
con sus puertitas, de par en par.
Juran que esa paloma
no es otra cosa más que su alma,
que todavía le espera
a que regrese la desdichada.
Cucurrucucú, paloma,
cucurrucucú, no llores,
las piedras jamás, paloma,
que van a saber de amores.
Cucurrucucú, cucurrucucú,
cucurrucucú,
paloma, ya no le llores.
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